Ricardo Gómez Portugal / Enviado P2M
NEW ORLEANS, Louisiana, 10 de febrero de 2025.- Se puede hablar de las “X” y las “O”, pero a final de cuentas, se gana con espíritu, ejecución y talento. Justamente, así obtuvieron su 2o campeonato de Super Bowl los Philadelphia Eagles.
Este triunfo de las Águilas fue posible gracias a una extraordinaria actuación defensiva y un sólido juego de su quarterback, Jalen Hurts.
El duelo inició con Filadelfia dominando en las trincheras. La unidad defensiva limitó a los Jefes a un 1o y 10 convertido y 23 yardas totales (2a menor cantidad al medio tiempo de un Super Bowl).
La presión ejercida sobre el pasador estrella de Kansas City, Patrick Mahomes, le redituó a Philly en 6 capturas y 2 intercepciones, una de ellas devuelta para touchdown en el 2o cuarto. Por su parte, el ataque de Philadelphia consiguió 17 puntos en la primera mitad.
Pese al dominio de las aves, los de Missouri no tiraron la toalla.
Mahomes lanzó 3 pases de anotación en la 2da mitad, pero no fue suficiente para ganar.
Al término de los 60 minutos, Hurts no sólo fue nombrado el MVP (Jugador Más Valioso) del Super Bowl, sino que demostró su capacidad para mantener la calma y tomar decisiones acertadas en los momentos importantes.
Hurts tuvo la paciencia en la bolsa de protección para lanzar sus pases con DeVonta Smith y AJ Brown. Si bien Kansas City se dedicó a controlar a Saquon Barkley, Hurts acumuló 72 yardas por la vía terrestre, lo cual es un récord de Super Bowl para un quarterback. Curiosamente, el récord anterior le pertenecía al propio Hurts hace 2 años en el Super Bowl LVII.
Cuando los Chiefs finalmente le pusieron algo de presión a Hurts dentro de la bolsa de protección, gracias a su habilidad con las piernas, encontró espacios para poder obtener gran cantidad de yardas por la vía terrestre.
El pase de 46 yardas de Hurts a DeVonta Smith al final del 3er cuarto, con el que prácticamente se selló la victoria de Philadelphia, fue de una ejecución magistral por parte de toda la ofensiva de los Eagles. Si bien, Hurts se deshizo rápido del balón, la línea ofensiva contuvo cualquier intento de presión por parte de los frontales y Linebackers de Kansas City.
Hurts se plantó en el logo de la NFL a medio campo, y mandó una espiral perfecta para que Smith lo atrapara sobre la marcha entrando a las diagonales, a pesar de que el defensivo de los Chiefs se recuperó rápidamente y puso una mano en el balón, el cual aterrizó suave y precisamente en el número 6 del pecho y las manos del ganador del Trofeo Heisman de la temporada 2020 de la NCAA.
El head coach Nick Sirianni y el coordinador ofensivo Kellen Moore decidieron ir por todo para terminar el partido en ese momento.
No cabe duda que los equipos grandes hacen las jugadas grandes en los momentos grandes.
Philadelphia lo hizo este domingo en el Superdome. Primero, la decisión de Sirianni Para tratar de sellar el partido. Luego la elección de jugada por parte de Moore. Pero esto no sería suficiente sin la ejecución perfecta de la ofensiva de Filadelfia.
Desde el momento que el balón iba en el aire Saquon Barkley y AJ Brown, junto con varios linieros, ya estaban celebrando el touchdown del campeonato como si supieran que el destino les tenía guardado ese touchdown y ese Super Bowl.
La defensiva fue algo más que brillante. Tomaron todo un capítulo del plan de juego de los Bucaneros de Tampa Bay del Super Bowl LV y con puros frontales le pusieron gran cantidad de presión a Patrick Mahomes.
El coordinador defensivo Vic Fangio no mandó un solo Blitz en todo el partido y, finalmente, pudo derrotar a Mahomes y a los Chiefs en su carrera, y al mismo tiempo pudo, por vez primera, levantar el trofeo Vince Lombardi.
El saldo de 6 sacks, pudo ser mucho más alto y hasta de escándalo, de no haber sido por la habilidad de Mahomes de quitarse la presión en varias ocasiones. Cabe destacar que una de las capturas sobre Mahomes, produjo el otro intercambio de balón, el fumble provocado y recuperado por Milton Williams.
Al mismo tiempo, las 2 intercepciones pudieron ser, al menos, otras 2 en pases rebotados por los receptores de Kansas City.
Simplemente lo visto en este Super Bowl LIX fue una verdadera cátedra de fútbol americano por parte de los Philadelphia Eagles: Un plan de juego sencillo, un estilo básico de Power Football y una ejecución magistral.