GILDARDO FIGUEROA
19 de mayo de 2023.- Leyenda de leyendas. Líder entre los líderes. Activista. Visionario. Muchos lo llamaban Superman.
Jim Brown no es solamente el mejor jugador de fútbol americano en la historia de la NFL, sino uno de los mejores deportistas mundiales de todos los tiempos.
¿Jesse Owens? ¿Bill Russell? ¿Muhammad Ali? El que ustedes me digan, ahí entre esos nombres, quizá arriba de ellos, figura Jim Brown.
En los NFL Honors este año, lo vimos en la televisión muy delgado, algo muy lejano de lo que estábamos acostumbrados. El Padre Tiempo no perdona a ninguno de nosotros, ni a las leyendas.
No ha existido un corredor mejor que él. Podemos nombrar algunos muy dignos segundos lugares como Barry Sanders, Walter Payton, Eric Dickerson o hasta un Emmitt Smith, pero en las clasificaciones históricas, todos ellos muy lejos en condiciones físico-atléticas, corazón, clase, inteligencia, labor social, carismático, entre muchos otros calificativos.
Si bien, los campeonatos no le llegaron como a otros jugadores, Jim Brown sólo obtuvo uno en 1964, y nos demostró que levantar un trofeo de número uno se debe a muchos otros factores, que incluso, en ocasiones, pueden no tener que ver con grandeza y excelencia. Sin duda, merecía al menos otros cuantos.
Cleveland Browns fue su casa en la NFL y ¿quién, en su sano juicio, no le hubiera gustado verlo levantar múltiples campeonatos con las grandes leyendas de esa franquicia? Pero llegó una década tarde. Sin embargo, no existe un Brown más Brown en la historia, que Jim Brown.
En nuestras mentes y corazones, siempre permanecerá Jim Brown como el gran campeón, dentro y fuera del campo, en la NFL y en la vida misma.
Aquí no sólo estamos hablando sobre el mejor corredor que ha tenido la liga, sino del mejor jugador y deportista.
Este 19 de mayo falleció en su hogar en Los Angeles, California, a los 87 años de edad el Hall of Famer, Jim Brown.
Así como la MLB (Major League Baseball) retiró su número de todos los equipos, quizá la NFL pudiera considerar que nadie utilizara nunca más el #32 de Brown.
Este fenómeno deja innumerables recuerdos y un legado imborrable. Que me perdonen Jerry Rice, Jim Thorpe y Tom Brady Su mera presencia en cualquier escenario era suficiente para reconocer al GOAT (Greatest Of All-Time, mejor de todos los tiempos).
Un par de ocasiones lo vi en persona (nada más). La energía que irradiaba era impresionante. Una de ellas, la primera, durante la semana previa a un Super Bowl, estaba rodeado de reporteros, pero a sus más de 60 años de edad, se veía mejor que los “jóvenes” periodistas a su alrededor. Caminó unos pasos y se encontró con algunos otros exjugadores, y el más fuerte de ellos, incluyendo a un Willie McGinest, era Jim Brown.
Eran los años 60s y había movimientos sociales en todo el mundo. Estados Unidos no quedaba fuera, especialmente contra la discriminación racial.
Hay imágenes icónicas de Jim Brown junto a Cassius Clay (Ali), Russell (el verdadero mejor jugador de todos los tiempos en la NBA), Joe Frazier, Malcolm X y Martin Luther King, luchando por los derechos de los afroamericanos, no sólo atletas, sino de todos en la sociedad estadounidense.
Brown fue el MVP de la temporada 1965 de la NFL y prácticamente destruyó el Libro de Récords de la liga en su corta carrera como profesional que fue de 1957 a 1965.
Se retiró cuando estaba en su mejor momento. Existe la creencia que pudo haber jugado varios años más todavía a un gran nivel. De haber ocurrido, ni los números de Emmitt o Sanders, o el mismo Payton, estarían por encima de los de Brown.
Tras su retiro, se mudó a Hollywood para iniciar una nueva carrera como actor. Apareció en más de 30 películas, incluyendo “The Dirty Dozen” y el legendario film de fútbol americano producido por Oliver Stone, “Any Given Sunday”.
En este último, era el coordinador defensivo de Al Pacino, y coactuando con un grande de la NFL como Lawrence Taylor, hay un diálogo muy interesante durante un partido.
Jim Brown estaba furioso por la mala ejecución de sus muchachos y uno de ellos le dice: “Coach, le va a dar un ataque al corazón”, y le responde: “A mí no me dan ataques, yo los generó”.
A pesar de haber sido un corredor de poder nato, su velocidad y resistencia eran inigualables. Sin lugar a dudas, fue un estandarte en los años 60 para la popularidad de la NFL en televisión, siendo una de sus máximas estrellas y figuras del momento. Que hoy en día, lo sigue siendo, y lo será por siempre.
A diferencia de un Colin Kaepernick, Jim Brown utilizó su fama y reconocimiento para ir a otros escenarios fuera de los campos de juego para luchar por la igualdad racial en EU.
Después de aquellos turbulentos, y aquella histórica reunión de deportistas profesionales afro-americanos en 1967, Jim Brown iba a las comunidades negras para hablarle a los niños y jóvenes, mostrarles el camino correcto.
En cuanto a fútbol americano, podía pasar por encima de defensivos de mayor tamaño y peso, de igual forma, aceleraba sin que lo pudiera alcanzar un velocista back defensivo. Prácticamente reinventó el “Stiff arm” para romper tackleadas a campo abierto.
“Mis brazos eran como mis protectores y mis armas”, dijo Brown alguna vez en una de tantas entrevistas para documentales de NFL Films.
Medía 6 pies 2 pulgadas (como 1.87 metros) y pesaba 230 libras (como 105 kilogramos), pero de puro músculo, poder y explosividad.
Nunca sufrió una lesión, a pesar de que al finalizar cada jugada parecía levantarse con dolor muy lentamente, pero simplemente era su estilo. Luego regresaba con sus compañeros y repetía el castigo sobre los defensivos rivales.
Su negrito en el arroz es que fue detenido en múltiples ocasiones, con cargos por golpear mujeres. Su esposa Monique, llamó a emergencias en junio de 1999 diciendo que Brown había destruido su auto con una pala y que había amenazado con matarla. En juicio, Monique se retractó y Jim fue absuelto, aunque pasó 6 meses en la cárcel por no acudir a terapias de violencia familiar.
Tuvo sus roces con el entrenador legendario Paul Brown, e incluso con la misma directiva de los Browns, pero jugó toda su carrera en Cleveland.
Brown fue 8 veces All-Pro (Mejo en su posición) y fue al Pro Bowl en cada una de sus 9 temporadas en la liga. Cuando se retiró a los 30 años de edad, era el líder en yardas por tierra con 12,312 y en touchdowns por la vía terrestre con 126.
Participó en 188 juegos consecutivos o, dicho de otra forma, nunca se perdió un juego en su carrera, a pesar de ser un golpeador brutal y recibir lo mismo en respuesta.
Su filosofía era que cualquier defensivo que lo tackleara recordara siempre qué tanto dolía intentarlo.
Syracuse Orangemen fue su equipo colegial, donde también jugaba Lacrosse, y muchos dicen que ha sido el mejor jugador de ese deporte en la historia de la NCAA.
Brown fue la 6ª selección global del Draft 1957. Me pregunto ¿quiénes habrán sido los 5 que lo dejaron pasar?
Fue Novato Ofensivo del año y en 1958, impuso la marca de la liga con 1,527 yardas, además anotó 17 veces. Hasta el momento, es el único jugador que promedia más de 100 yardas por partido en su carrera con 104 y 5.2 yardas por acarreo de por vida. Sumó 106 touchdowns corriendo.
Fue campeón corredor de la NFL 8 veces. Logró 1,863 yardas en 1963.
El número 32 de Brown fue retirado por los Browns en 1971, mismo año que fue entronizado al Salón de la Fama.
En los años 70s y 80s, la relación de Brown con el dueño de los Browns, Art Modell, no fue muy buena, especialmente tras el súbito retiro de Jim, pero tiempo después limaron asperezas.
Brown fue de los pocos integrantes de los Cleveland Browns que apoyó la decisión de Modell de mudar a la franquicia a Baltimore en 1995.
Brown nació el 17 de febrero de 1936 en St. Simons, Georgia; acudió a la Manhasset High School en Long Island. Fue una estrella en varios deportes. Promedió 14.9 yardas por acarreo en sus años de prepa y hubo un partido en el que anotó 55 puntos.
La noticia la dio a conocer su esposa Monique. Con su primera esposa tuvo 3 hijos en un matrimonio que duró 13 años.