TAMPA BAY BUCCANEERS
La NFL otorgó la franquicia 27 en 1974 a la ciudad de Tampa, Florida y comenzó a jugar en 1976.
Originalmente los derechos de la franquicia fueron entregados a Tom McCloskey, dueño de una compañía de construcción en Philadelphia, pero entró en una disputa financiera con la NFL y la liga encontró rápidamente un remplazo.
El dueño Hugh Culverhouse, un exitoso abogado fiscalista y corredor de bolsa de Jacksonville, contrató a John McKay como el primer head coach de Tampa Bay Buccaneers.
McKay había logrado mucho éxito en USC con 4 campeonatos nacionales en 16 años y fue el propio McKay quien orquestó el proceso de construcción del sorprendente éxito en los primeros años de los “Bucs”.
El nombre del equipo “Buccaneers” fue elegido en referencia al pirata José Gaspar y quien es la inspiración del Tampa Gasparilla Pirate Festival.
Los uniformes y el logo del pirata “Bucco Bruce” fueron diseñados por el artista Lamar Sparkman del diario Tampa Tribune e incluía los colores de las 4 universidades del estado en los años 70s: el naranja de Miami University y de Florida y el rojo de Florida State y de University of Tampa.
La primera casa del equipo fue Tampa Stadium, el cual fue construido en 1967 para atraer a una franquicia de la NFL y se expandión a 72,500 asientos en 1974.
Después de perder 26 juegos consecutivos (récord de la NFL), los Bucaneros lograron la primera victoria de su existencia el 11 de diciembre de 1977 en New Orleans.
Transcurrieron sólo 2 años cuando Tampa Bay sorprendió al mundo del fútbol americano profesional cuando llegaron al Juego de Campeonato de la NFC en 1979 en tan sólo su 4ª temporada.
Los “Bucs” lograron el título de la División Central de la NFC con un triunfo dramático 3-0 sobre Kansas City en un aguacero y luego superaron 24-17 a Philadelphia en la ronda divisional, pero en la Final de la NFC no pudieron ante Los Angeles Rams que los derrotaron 9-0.
Un sello particular del éxito tempranero de Tampa Bay fue una excelente defensiva liderada por el ala defensiva de Salón de la Fama, Lee Roy Selmon, quien fue la primera selección colegial en la historia y la primera global del NFL Draft 1976.
En sus 9 temporadas de carrera, Selmon fue 6 veces Pro Bowl y fue nombrado Defensivo del Año de la NFL en 1979.
Ofensivamente, los Buccaneers de 1979 fueron dirigidos por el quarterback Doug Williams y el corredor Ricky Bell, quien tuvo 1,263 yardas.
Los “Bucs” calificaron a postemporada por 2ª vez tan sólo 2 años después en 1981, volvieron a ganar el campeonato divisional con marca de 9-7. Tal como en 1979, se requirió de un triunfo dramático 20-17 en la semana final sobre Detroit para asegurar el cetro. Selmon y Williams fueron jugadores clave otra vez.
En 1982 (el año recortado por la huelga), calificaron por 3a ocasión en 4 temporadas al ganar 5 de los últimos 6 partidos, sin embargo, perdieron ante Dallas.
McKay se retiró como entrenador después de la temporada 1984 después de 9 años al frente del barco de los Bucaneros.
Desde la partida de McKay, hubo un desfile de entrenadores, Leeman Bennett, Ray Perkins, Richard Williamson y Sam Wyche.
A pesar de buenas épocas financieras de los Bucaneros en los años 80s, la muerte de Culverhouse reveló un equipo muy próximo a la bancarrota, lo cual sorprendió a muchos. Su hijo Hugh Culverhouse Jr., prácticamente se vio forzado a vender el equipo, el cual generó mucha incertidumbre de que los “Bucs” se quedaran en Tampa.
El dueño de New York Yankees de béisbol, George Steinbrenner, y el dueño de Baltimore Orioles, Peter Angelos, mostraron interés, pero Angelos dijo que mudaría el equipo a Baltimore en caso de adquirirlo, lo cual no fue bien visto por la liga.
Sin embargo, como sorpresa de último minuto, Malcolm Glazer superó a todos y adquirió a los Buccaneers por 192 millones de dólares en 1995, la cifra más alta de una franquicia deportiva en ese momento. De inmediato colocó a sus hijos Bryan, Edward y Joel a cargo de los asuntos financieros del equipo y el compromiso de tener un equipo ganador en Tampa, permitió a los “Bucs” convertirse finalmente en un club competitivo.
El desempeño mejoró dramáticamente cuando los Glazer contrataron a Tony Dungy, entonces coordinador defensivo de Minnesota, como su head coach, y posteriormente convencieron a los votantes del Condado Hillsborough de aumentar impuestos para financiar la construcción de un nuevo estadio, que sería Raymond James Stadium.
Dungy armó un equipo muy sólido, con una gran defensiva con estrellas como Warren Sapp, Derrick Brooks y John Lynch, pero algunos descalabros en postemporada no fueron suficiente para Glazer que esperaba campeonatos en Tampa.
Tras la salida de Dungy, Tampa Bay contrató a Jon Gruden, el famoso “Chucky”, quien se encargó de afinar algunos detalles a la ofensiva y en su primer año al frente. De esta forma, se escribió el momento más brillante en la historia de esta joven franquicia.
Buccaneers conquistaron su primer campeonato de la NFL al apalear 48-21 a Oakland Raiders en el Super Bowl XXXVII con una de las actuaciones defensivas más impresionantes que se han visto en finales de la liga.
Tampa sufrió varios años de sequía. Desde la campaña 2003 hasta 2019, solamente tuvieron dos apariciones en postemporada y no lograron triunfo alguno. Los Bucs le dieron las gracias a Gruden tras la campaña 2008.
La afición de la Buc Nation vio un desfile de 4 entrenadores en jefe con marca perdedora. Fue en 2019 cuando los Glazer decidieron contratar a un coach veterano que había tenido éxito previamente con Arizona y como interino en Indianapolis, así como asistente en otros equipos, Bruce Arians.
Su primera temporada al frente sufrió con altibajos, especialmente en la posición de quarterback con Jameis Winston. Justamente eso les permitió a los Bucaneros ganar la competencia por un agente libre llamado Tom Brady en el off-season de 2020.
Junto con algunas adicionales puntuales como Rob Gronkowski, Leonard Fournette y Antonio Brown, junto con el gran talento que ya tenía Tampa en Mike Evans y Chris Godwin a la ofensiva y un grupo muy sólido defensivo encabezado por el linebacker Devin White y el liniero Vita Vea, vino el impulso necesario para convertir a esta franquicia nuevamente en contendiente.
Pocos imaginarían que en el Año #1 de Brady, los llevara a la tierra prometida. Pero TB12 es el mejor QB en la historia y logró la hazaña guiando a este equipo a un cierre de temporada con 4 victorias en fila y posteriormente a 3 triunfos como visitantes en playoffs sobre el equipo de Washington, New Orleans y, principalmente, Green Bay, con Aaron Rodgers siendo el MVP de la campaña y amplios favoritos en el Juego de Campeonato de la NFC.
Con ese triunfo histórico en Lambeau Field, Brady lideraba a los Bucs a su 2a aparición en Super Bowl y la 10a en su cuenta personal (Récord de la NFL). Curiosamente, en un año sin afición debido a la pandemia Covid-19, el Super Bowl LV se había programado para efectuarse en Raymond James Stadium, casa de los Bucs desde 1998. Nunca en la historia había coincidido que el equipo local jugara el Super Domingo en su propio estadio.
Brady, a sus 43 años de edad, se enfrentaba a la promesa joven de la liga, Patrick Mahomes y Kansas City Chiefs. Lo que parecía resultaría en un juego clásico, terminó siendo una paliza a favor de los Bucs para colocar su segundo Trofeo Vince Lombardi en las vitrinas. Brady era campeón por 7a vez y MVP por 5a ocasión, ambos récords históricos de Super Bowl.
Para 2021, todo marchaba excelente en Tampa, pero los Bucaneros no pudieron en postemporada ante los eventuales campeones Los Angeles Rams, y en 2022, Arians se retiró como entrenador, quedando al frente Todd Bowles. La campaña finalizó con marca perdedora de 8-9, y quedando eliminados en la primera ronda de playoffs en casa.
Brady anunciaría por segundo año consecutivo su retiro de la NFL, esta ocasión, definitiva.