DANIEL VELASCO / Corresponsal P2M
DETROIT, Michigan 19 de noviembre de 2023.- Luego de un auténtico espectáculo ofensivo contra los Chargers, el entorno previo al enfrentamiento ante Chicago no podía iniciar de forma más sui generis para los Lions que con unas jocosas palabras de su entrenador en jefe, Dan Campbell, quien en una entrevista mencionó que anteriormente le había pedido a su familia que por favor usaran pañales los días del juego para evitar accidentes ante lo dramático que han resultado algunos de sus juegos. Así pues, el momento de reescribir historia para los Lions estaba frente a ellos. No obstante, primero debían superar a unos heridos Bears que apenas habían recuperado a Justin Fields durante la semana.
Llegó el domingo y la fiesta comenzó desde temprano en los alrededores de Ford Field, donde la gente se reunió en bares, restaurantes y estacionamientos para brindar por lo que debía ser una victoria sin mayores aspavientos para unos inspirados Lions. Entre un mar de jerseys locales, se asomaban de pronto algunos aficionados de Chicago con la ilusión de volver a la senda de la victoria a la par del regreso de su quarterback titular.
Mientras algunos niños descendían por una tirolesa montada en las inmediaciones del estadio, el recinto acumulaba a cada minuto más aficionados llenos de un optimismo desbordante. Después de todo, las siete victorias de Detroit parecen haber sido motivo suficiente para cambiar el pensamiento de sus aficionados y dejar en el pasado a los Same old Lions para dar paso al One Pride.
Sin embargo, lo que parecía un juego de trámite para el equipo de casa, pronto se transformó en sube y baja de emociones por lo que las declaraciones del coach Campbell durante la semana cobraban más sentido. Para colmo de males, Jared Goff entregaba tres intercepciones por primera vez en la temporada y adicionalmente, Josh Reynolds salía lesionado tras perder un balón. En contraparte, Justin Fields lucía como si no se hubiese perdido un solo encuentro, pues la defensiva de Detroit no encontraba el antídoto para las constantes escapadas del ex mariscal de los Buckeyes y que coronó con un largo envío de anotación para DJ Moore.
De pronto, con poco más de tres minutos en el partido, Jared Goff recuperó la memoria deportiva y fue capaz de conducir a los Lions a un par de series anotadoras para que Detroit lograra una espectacular remontada ante Chicago, la cual fue coronada con un safety provocado por Aidan Hutchinson y así dejar el marcador final de 31-26 favorable para los de casa.
Hoy queda claro que la temporada para los Lions continuará siendo un agitado mar de emociones donde las olas de júbilo se mezclarán intempestivamente en aguas de incredulidad, angustia y a veces desesperación que podrían llevar al aficionado promedio al borde del colapso, pero no a los de los Lions. Después de todo, las penas han sido más que las glorias en la historia de la franquicia, por lo que un poco de sufrimiento en las victorias se pueden soportar en una ciudad que no ha celebrado el título de alguno de sus equipos desde hace varios años.
En 2008 los Red Wings levantaron la Stanley Cup, cuatro años antes los Pistons se coronaron en la NBA y los Tigers no han levantado un trofeo de Serie Mundial desde 1984, tal vez ahora sea tiempo de que los Lions revitalicen a Motor City.